lunes, 14 de mayo de 2007

Luces de la gran ciudad (IV)

Otoño en la city

El otoño cada año tien un sabor parecido. De la triste melancolia de las tardes con poca luz y hojas amarillas, a la tristeza declarada de las noches en soledad.
Este otoño, como tantos otros, me encuentra en un estado especial del alma. Aquel estado de tener que rearmar el equipaje, para seguir viajando liviano:
dejar sueños perdidos al costado del camino, sacarse la arena de los bolsillos y ajustar los zapatos para una dura caminata, son tareas que me comen las horas.
Ahora bien, en este proceso de limpieza, vienen las contradicciones del alama y de la razon. Es encontrar que te hace falta alguien, que extrañas a quien quedo atras, pero que no puedes volver sobre tus pasos hacen que la vida se ponga un pco complicada, como piedra en el zapato.

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