De resetear la vida, de volver a cero el cronometro.
De abandonar lo incomodo, de dejar atrás cuanta cosa me preocupa.
Se hace frecuente por épocas, por ejemplo, el dejar de recurrir a las frases hechas, al cliché, para mantener un estado de precario equilibrio entre la pena la ira, la alegría inconsciente y la sincera felicidad, y abandonarse a la locura de reinventarse, de cincel y martillo en mano, derribar la cascara de mármol que lo recubre, y rehacerse.
A veces hasta lo planeo. Antes de dormir, que haré, que diré. Que sera lo primero que deje atrás.
Y es que al parecer camino muy rápido, con prisa, para alcanzar lo que quiero.Y el mundo se me queda atrás, mirando desde la acera como paso raudo.
Pero pasa que sigo viviendo en el mundo, y el parar, retroceder y esperar me carcome el alma.
Esta mañana, por ejemplo. Cuanto me ha costado levantarme. Cuanto me ha costado abandonar ahí, en la cama, el cálido abrazo de la paranoia, de las ideas de traiciones, de penas futuras.
Es acaso que hago caso omiso a mi instinto que clama por que me proteja? o sinceramente estoy siendo un hipocondríaco emocional...
Que pasa si ho renuncio a eso, a lo que me ata y lo que me apena? que pasa si le saco kilometros de ventaja con un anadar ligero y entusiasta? habre de volver por mis huellas a buscar parte de lo que deje en pos de avanzar, otra vez?
Blogged with the Flock Browser
