martes, 28 de octubre de 2008

Una hora mas tarde para dormir

Pasa que antes de cerrar los ojos repaso la gente que conozco y que me importa. Muchas veces imagino en que estan
Pasa tambien que con aquellos con los que ya he emparejado la cuenta, o quienes han pasado a la historia y dejado la contingencia el tiempo e smneor pero existe.
Pasa hoy que alguien mas rompe un puente, y me deja en una orilla pedregosa, esperando noticas del otro lado.
No se cuanto tiempo pasara para que vuelva a cruzar el rio alguna noticia fresca, al menos un aviso de "no sabremos del otro".
Pero se entiende el contexto en el que todo sucede entonces tampoco existe en mi el animo de cuestionar decisiones, que estan condicionadas a situaciones en las cuáles me cuesta imaginarme.
Farewell, entonces..
Que estés bien y sigue luchando, que aun queda mucho, hasta el ultimo momento.. sea mañana o sea en cincuenta primaveras ..

sábado, 18 de octubre de 2008

la agonia de una ilusion

Cuando muere una ilusión, o cuando esta agonizando, es como cuando un ser querido esta en la misma situación.
Tratas de atesorar los últimos momentos, pues ya la sensación de tenerla no estará contigo.
Tratas de alargar los días, inútilmente, para sentir que esta esperanza que te embriaga sera eterna.
Pero cae la moche, la negra noche, y te encuentras solo contigo mismo, y no te puedes mentir, diciendo "ya pasara".
Por que al llegar el día, con las primeras luces del alba, te darás cuenta que queda un día menos para vivir esta ilusión que ilumina tu vida.Que se puede hacer? como en la vida real: Dejarla ir. Las ilusiones, si no se vuelven hechos concretos, tiene una vida limitada.
Es como el primer sorbo del cafe por la mañana: no se puede prolongar mas allá la sensación de bienestar.

Al parecer me encuentro nuevamente ante la agonia de una ilusión, una de las mas descabelladas por cierto en mi vida. Pero por la misma razón, una de las mas intensas y posibles de llegar a ser.
La lejanía de los días, la distancia de las palabras y la ausencia de las caricias hacen que la realidad aplastante haga mas pequeña su llama, y cada día venga a mi la necesidad del adiós, del rito final de dejar ir otra ilusión en mi vida.
Que ha de suceder, no lo se. Trato de prolongar lo que pueda mi parte de esta esperanza, como ya lo he hecho antes, como de seguro he de hacer a futuro. Pero se hace pesado el fardo.

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