jueves, 10 de septiembre de 2015

La Llave

Llegar a una esquina del centro de santiago y con suerte, te pilla la roja y tienes tiempo para tres o cuatro besos. 
Sentir por primera vez que la cuidad te pertenece.
Conocer rincones ocultos de su mano, que te explique las maneras de la cuidad que habitaste pero de la cual no fuiste ni pulso ni respiro.
Y todo pasa en el año en que pensabas enterrar por fin los sueños y sucumbir a la rutina facil.
Como no escribirle un par de versos, si es ella la llave para los años que vienen?

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