martes, 1 de octubre de 2013

La ciudad vacía (I)

Un feriado cualquiera, caminan por el Santiago vacío  una pareja de viejos amantes,
Hace años que no se ven y para su sorpresa, la ciudad complota para dejarles sólo el ruido del viento entre los altos edificios de cristal como telón de fondo.
Luego de ensayar algunas bromas antiguas, de recorrer las antiguas complicidades y comprobar que el otro las tiene a mano todavía, se dan cuenta que el presente entre ellos no es mas que un mar de tiempo inconexo, que no hay construcciones , solo recuerdos.
Luego de un café de marca, sin el sabor a los pequeños cafetines de antaño,
vuelven por el mismo camino, ya cayendo la tarde.
El abrazo que trataba de encender la memoria se quedo en un gracias -por los buenos tiempos- y el buenas noches, más por cordialidad, se perdió en la brisa fría de la hora azul.

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