viernes, 28 de diciembre de 2012

declaracion

y estoy aqui por  que es necesario,
y estoy aqui por que es lo importante
y estoy contigo por que me apetece
una rebanada de tu vida,
un lonja de tus vivencias
por que por unas horas mi vida cobra sentido
por que aunque no semaos nada,
me siento vivo al hablar contigo

martes, 20 de noviembre de 2012

Que cante

Quiero una mujer que cante, suavecito, con esa voz cristalina que pule los cristales, y disuelve las nubes en mi horizonte.
No es necesario que cante para miles con una voz como tifón, solo un susurro, para mi, en la mañana y antes de dormir.
No es necesario que sepa muchas canciones,tan solo que hilvane versos a medida que tejemos la vida.
Y que me cante en idiomas, del mundo que conoce, de los lugares que ha visto y que cada rima sea la promesa de visitarlos juntos.

Quiero sentir esos besos que viajan por el aire, la sonrisa en ondas que toca mi oído.
Quiero que en conjunto, con mis graves pensamientos, y tus tonos dulces, la vida se disuelva en notas tenues en el atardecer

martes, 19 de junio de 2012

Pavana

Como toda llamada de auxilio, llegó tarde.
Por esos días, volver a llamar el pasado en pos de una última oportunidad de compartir, parecía solo el inocente anhelo de dos jovenes demasiado románticos para pensar que decadas más tarde serían solo recuerdos en la mente del otro. Recuerdos, que para ser sinceros, desteñian y mostraban jirones, nada parecido al idílico retrato que alguna vez fue.
"¿Me acompañarás en la hora de mi muerte?". La promesa fue un si. Un salto de fe.
Cuando la muerte es tan lejana, parece mas un acto de desafío y un grito de vida. Los jóvenes viven para siempre, solo los viejos le temen a la última llamada, mas cercana y palpable, en cada dolor al caminar, en cada respiración difcultosa.
Pero por aquellos días, nada parecia poder fin a sus existencias, salvo un acto romántico (hoy lo llamaría estupidamente inocente) de atentar contra sus vida.
 Como el pacto con el demonio, se cumple la hora de pagar.
Y en aquellos dias oscuros de agosto, la llamada llegó, cobrando la vieja promesa.
¿Qué le dices a alguien a quien ya no te importa o simplemente quieres evitar, en el caso que prometiste estar ahí en momento singular?
Cuesta honrar las promesas hechas al fragor del amor apasionado, una vez que ese licor ha perdido su efecto.
Caminar por esa calle, tan conocida y ahora tan ajena.
Revivir las risas de niños, el sol al ocaso, los suspiros amedia noche, entrelazados.
Encontrarse con gente desconocida, y evadir la mirada inquisdora de quienes no conocen la historia.
Esa historia minúscula, una muesca en la esfera del reloj.
Y ahí yace ella, que le sonrie, cuando su tiempo se acaba, no importa ya por que.

Se dice que hay vínculos que ignoran la muerte. Se dice que hay promesas que han cambiado el universo.
Cosas pequeñas.
Un apretón de la mano ajada, una sonrisa y lágrimas de alegría.

Verla partir fue extraño.

Salir por esa puerta, recorrer cerro abajo e ir por un cafe.
El frío de agosto quemando en cada pisada.
En la soledad del café mirar a ese cielo que alguna vez cobijo tantos sueños, y atesorar esa última sonrisa, esa lágrima de amor concentrado que ambos guardaron en algun lugar y que como bálsamo curó las heridas horribles que hacía tantos años se habían hecho.
Es cierto que el tiempo corre para todos, y el anciano tambien lo tenia claro.
Años mas tarde supe de su muerte, antes me habia contado su historia, tan fantastica, tan breve, una supernova en un universo congelado.
A veces visito ese cementerio, y camino cerca de sus tumbas. Ni siquiera estan cerca. A veces tiene flores, a veces simplemente los une el viento.

domingo, 4 de marzo de 2012

tic tac...

Al principio no pasaba un minuto sin pensar en ella.
miraba el reloj y una súbita aflicción de sentir los segundos raudos juntando minutos sin saber de ella los aprisionaba hasta la asfixia.
Contròlate! se decía, y logro que pasaran minutos que juntaban horas.
Y cada hora era desesperación, que avanza lento, que se suman pero cada hora que pasa es mas larga sin verla, sin saber de ella.
El mensaje horario, un simple como estás?
Y las cosas se sentían mas estables y poseía pasar ya un día entero sin sentir la angustia de no saber de ella, en la seguridad que lo sentía era fuerte, resistente al tiempo. Y así pasaron semanas, y ya no parecía tan terrible verla todos los días, o saber de ella por cuatro, cinco noches.
Y un día, sin aviso, pasaron semanas sin mucho contacto, y esa presión en los oídos era un simple recuerdo de otras cosas, que ya habían sucedidos hace meses, y ya se hacía hasta molesta la idea e enterarse de algo, era como dejar la quietud de los años de distancia, de desenterrar amores muertos hace décadas.

viernes, 10 de febrero de 2012

la pena

Es un poco incómodo
Tener que escuchar a quienes se acurrucan en su pena:
"tengo una pena tan grande, te podria contar"
Asi pasan los años.

Sin que dejen el colchon tibio de su lamentación, convencidos que son los únicos que tiene  pena o su dolor es más grande. Luego su congoja es una caricatura del dolor, es una farsa que crece para sentir que son los que merecen algo de consuelo.
Pasa además que cuando ese consuelo llega, ya no es bálsamo que cura las heridas, sino combustible para mantener la llama de su tristeza.
Se vueleve entonces un drogadicto, esperando que le lleguen las caras tristes sus amigos que le reafirman que es una persona necesitada, tullida por el dolor que soporta.
Lo que ellos no saben, o no quieren reconocer, es que más que un abrazo, necesitan una bofetada que los haga sentir el aire frio que a todos nos envuelve: que los HAGA SENTIR VIVOS!
En una carta a una de sus amantes, Sartre le dice: "la pena anida en el corazón de quien no tiene nada que hacer". Habría que agregar de quien no quiere dar un paso sin una muleta-amigo que les reciba toda la mierda que producen.
He estado ahí, he sido el drogadicto de la condescendencia, he recibido cada miga de compasión que me han lanzado, y un día, solo y hecho un ovillo de dolor y autocongoja, en un momento de luz, me vi ahí, en el piso, inmóvil, patético, una sombra de lo que realmente era, tan aprisionado en mi ser que no podía ver mas alla de mi nariz. Ese día decidí no volver a volcar mi caldero de dolores en los cuencos de los demás, aunque el dolor me consuma como a todos. No sembrar la misma miseria en que todos chapoteamos, al menos no propiciar esa orgía de autocongoja.
Y claro, uno se vuelve parco, filoso, ácido. Vienen a ti por un abrazo y les das una bofetada. Y se van con un dolor más, que no entienden, Que no tratan de entender por que estan ebrios en su pena.
Y asi uno pierde amigos, cuando en un concepto para mi mas válido, amigo no es (tan solo ) el que  ayuda a levantarse, sino el que te abofetea cuando estas inconsciente en el suelo, perdido en los sueños de la pena.

jueves, 2 de febrero de 2012

el adios que sobra

Y asi continúo corriendo hacia un horizonte que no da señales de acercarse, y dejo atrás a cuantos no pueden igualar mi velocidad.
Otro Adios que sobra, dicho antes con otras palabras, con epílogos innecesarios.
Otras historias que contar. Buenas historias. Malas historias. Ya son Historia.

No es el mismo fuego que arde en el alma, no es la misma pasión que ilumina el camino.
Compartir una senda ajena, sin nada que signifique, atarse ruedas de molino y despues tratar de volar.

Y asi, una salida rápida en la mitad de la noche, y montones de cadaveres moviéndose lentamente bajo las luces de la calle, serán testigos? de que alguna vez estuve ahí.


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