domingo, 4 de marzo de 2012

tic tac...

Al principio no pasaba un minuto sin pensar en ella.
miraba el reloj y una súbita aflicción de sentir los segundos raudos juntando minutos sin saber de ella los aprisionaba hasta la asfixia.
Contròlate! se decía, y logro que pasaran minutos que juntaban horas.
Y cada hora era desesperación, que avanza lento, que se suman pero cada hora que pasa es mas larga sin verla, sin saber de ella.
El mensaje horario, un simple como estás?
Y las cosas se sentían mas estables y poseía pasar ya un día entero sin sentir la angustia de no saber de ella, en la seguridad que lo sentía era fuerte, resistente al tiempo. Y así pasaron semanas, y ya no parecía tan terrible verla todos los días, o saber de ella por cuatro, cinco noches.
Y un día, sin aviso, pasaron semanas sin mucho contacto, y esa presión en los oídos era un simple recuerdo de otras cosas, que ya habían sucedidos hace meses, y ya se hacía hasta molesta la idea e enterarse de algo, era como dejar la quietud de los años de distancia, de desenterrar amores muertos hace décadas.

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