lunes, 15 de enero de 2007

El limite del Perdon (II)

la vida todos los dias me pega una bofetada. Al salir de mi casa al trabajo, al volver en el metro atestado y tomar el bus al campo  o al mar (a Rancagua o a villa alemana).
Una de las cosas que mas le gusta a esta dichosa vida que llevo, es hacerme encarar esas decisiones de estatua de bronce apuntando al infinito que me vienen de pronto. Esas que lso amig@s aplauden de pie y admiran como si de un héroe mitológico se tratara, empecinado en una decisión titánica que he de mantener hasta la muerte...
Pero resulta que no es asi.
Que la decisión, por ejemplo, de cortar con alguien F O R E V E R, pronto se desace en resquicios legales(y ademas sicológicos, hormonales y humanos), de como hacer que la decisión férrea se vea de otra forma.
Y cae.
Y se derrumba la estatua, y ahí queda el hombre,temblando al pensar si ha hecho ne realidad una decicion de la tripa o del circuito lógico del cerebro.
Entonces, perdón a uno mismo de por medio, viene la piedad (con uno y con los demas), de decir: RECONSIDERO.

Tomar esa gran decisión, esa enorme decisión y transformarla en otra cosa que SIRVA. No que solo complazca el rencor fulminante o la momentánea estoicidad del alma.

Y ahi quedas, con una decisión desde le alma, desde el corazón (que no la tripa) y te das cuenta que es mas sabia que la anterior, que te beneficia a ty y al otro, y que , sin comprometer la integridad del alma, sirve para ser un poco mas humano.
Puede que usted no haya entendido un carajo, pero que diabloes, al final escribo esto para mi y me lo entiendo perfectamente. pida explicaciones, es lo minimo.




1 comentario:

  1. algo entendi, pero me diste la posibilidad a replica... asi que EXIJO UNA EXPLICACION!

    Besos

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